La luz de Juvenal Ravelo. 

El artista inaugura hoy la exposición “Luz y color del nuevo milenio”

DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL

domingo 3 de junio de 2012  12:00 AM

Juvenal Ravelo (Caripito, 1934) aún se pone nervioso. Aunque desde 1952 sus obras han colgado de las paredes de salas de exposiciones de museos y galerías de diversas partes del mundo, el Premio Nacional de Artes Plásticas (2008) asegura estar nervioso. “Anoche me desperté a las 3:00 de la mañana nervioso: aún me dan miedo las exposiciones. ¡No pude dormir más!”, reconoce entre risas el maestro de la fragmentación de la luz.

Su nerviosismo termina hoy. Luego de más de 10 años alejado de las salas expositivas de Caracas, Ravelo inaugura Luz y color en el nuevo milenio, en el Centro de Arte Daniel Suárez, en la Alta Florida.

El artista presenta allí una serie de 34 piezas cinéticas que comenzó a idear desde el año 2000. “Esto es totalmente diferente a las obras que hice anteriormente”, advierte acerca del trabajo que mantiene la misma línea de investigación sobre el arte cinético y la fragmentación de la luz y del color que inició en París en 1965.

“Tuve una influencia de muchos grises, porque ese es el color del clima europeo. Era lo que veía y sentía en París, pero en el trópico hay mucho más color, más sol. Cuando comencé a estructurar este trabajo lo llené del color que antes no usaba. Todo está concebido dentro del nuevo milenio. Fue con la entrada del 2000 que comencé a realizar los primeros bocetos. Y desde hace dos años he trabajado en estas obras”.

El maestro de la luz Armando Reverón no podía faltar en las piezas del nuevo milenio de Ravelo. Por eso le dedicó una pieza al artista de Macuto. Se trata de una obra que conjuga la luz blanca y el color azul del Litoral Central.

“¡Él hizo la magia de la luz! Esa luz fuerte, que a veces lo dejaba ciego, la convirtió en blanco. Reverón es una referencia en la búsqueda de la luz en la plástica bidimensional. Por eso en la obra hago referencia a los blancos que él veía y al azul del mar que lo acogió”, afirma Ravelo.

Pero no solo Reverón resulta homenajeado en la exposición. También el físico Isaac Newton, de quien Juvenal Ravelo tomó sus ideas acerca del arcoiris y, a partir de ahí, creó cuatro obras.

“Cuando arranqué a hacer la investigación de la fragmentación de la luz y el color, me llamó la atención que Newton estudió el fenómeno del arcoiris, es decir, de la descomposición de un rayo de luz blanco en siete colores. ¡Me impresionó! Hizo un trabajo de laboratorio para descubrir por qué ese fenómeno se daba en la naturaleza. Así que para estas obras hice la investigación plástica, tomé las gamas de colores que él seleccionó, y luego las integré a mis planteamientos plásticos”, apunta el artista, quien dice haber integrado espejos a sus obras para traducir los destellos de color que se generan en la naturaleza venezolana.

“He impregnado de color mi obra, de los mismo tonos que uno ve cuando va por la carretera”, asegura Ravelo, quien también le rinde homenaje a la galerista Denise René y al cantor oriental Luis Mariano Rivera.

Arte para el pueblo

Juvenal Ravelo fue el benjamín de la movida del arte cinético nacional, que reunió a Jesús Soto, Alejandro Otero y Carlos Cruz- Diez. Pero él quiso salirse del formato tradicional: escogió como soporte las paredes de las calles.

A decir de él, quería hacer murales, salir del carácter elitesco que había asumido el arte cinético, y mostrar un rostro más humano. De ahí nació el arte de participación en la calle. “El realismo socialista que crearon Diego Rivera y José Clemente Orozco en México; y Héctor Poleo, César Rengifo y Gabriel Bracho en Venezuela, intentó relacionar el arte con el pueblo. Para mí no lo consiguieron. ¡Por eso yo quise ir más allá!”, dice.

Este interés lo llevó a realizar los módulos cromáticos. Ravelo hizo un estudio acerca de cómo el ser humano se identifica con los colores. Ahí descubrió la armonía por analogía, que no es más que las combinaciones que realizan las personas cuando se van a vestir o a decorar sus casas.

“Tomé eso y fui haciendo los módulos cromáticos en las casas. Comenzamos a impartir talleres sobre arte y cultura a la comunidad de los barrios. Ha sido un gran éxito. Todos se involucran en el trabajo”, dice.

La primera intervención la realizó en el barrio Los Cerritos, en Caripito, Monagas. Desde entonces no ha parado: hizo un mural en el Aeropuerto Internacional José Tadeo de Maturín; realizó la obra Módulos cromáticos mural en la parte baja de la avenida Libertador; y la Policromía cinética en la calle Real de Los Flores de Catia.

Por estos trabajos el maestro Cruz- Diez lo llamó revolucionario del arte. Julio Cortázar afirmó que su trabajo reivindicaba a los vecinos olvidados por los grandes centros de cultura del mundo. “Les devuelve la felicidad, es otro arte”, dijo el escritor en 1979. Al recordarle estas frases, Ravelo siente pena. Por eso prefiere responder a esos halagos con una frase que le dedicó el poeta peruano Manuel Scorza. “El me dijo: Ravelo, realizas una revolución con las armas del arte'”, concluye.

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